No se qué es peor... si tener expectativas o esperanzas de que todo va a estar mejor (cualquiera sea la situación).
Hoy en día por decir que uno tiene una u otra es, más bien, pecar de ingenuo.
No se si les pasará, pero a veces siento que me urge pedirle a una fuerza superior que me proteja de mí misma... Porque se sabe que por pecar de ingenuo uno se puede mandar tremebundas cagadas. Igualmente cada día me doy más cuenta de que el inconciente juega un papel muy importante en eso de hacer lo que uno "no quiere"(lo pongo encomillado porque me empezó a parecer que en realidad, inconcientemente, son cosas que uno quiere hacer).
Entonces es en el punto en que la mente se me enreda en un sin fin de hipótesis y análisis de todo, lo cual detesto porque no logro que pare una vez que empieza y no me deja en paz con mi vida diaria, no me deja dormir, me eleva el simpático y la verdad que me irrita bastante.
Porque en el intento de la racionacionalización de los eventos y acciones (propios y ajenos) me choco la cabeza contra la pared al ver que las cosas no tienen un patrón constante, no tienen un porqué exacto, 2+2 no da 4. Y así no hay reglas que valgan, de hecho, no hay reglas preestablecidas, entonces no sabemos si jugamos bien o mal el juego. Aunque yo sentenciaría que todos jugamos mal. (Me indigna bastante).
Entonces puedo decir que ante semejantes circunstancias la complejidad de las relaciones interpersonales (e intra...si se quiere) se puede ir bien al diablo en lo que a mi respecta, porque nunca falta oportunidad para que venga otro neurótico a complicar lo más simple haciendo que uno se rompa la cabeza tratando de entender cosas que carecen de sentido racional.
Y cuando a uno por fin le dan respuestas que tanto estaba necesitando... se da cuenta que no le coinciden con las preguntas y se quiere matar tratando de interpretar y darle sentido a todo.
Aunque a veces las preguntas están mal formuladas y no nos damos cuenta, entonces no hay manera de hacerlas coincidir. Aunque es más acertado pensar todo el tiempo que nos están "chascarreando", porque como dice el dicho "piensa mal y acertarás"(así es más difícil salir herido y/o decepcionado también).
Por el momento a mi me dan respuestas a preguntas que nunca hice. Justamente, no hago más preguntas porque quiero evitarme el embrollo que expliqué más arriba (o más bien que mi cerebro se funda en estupideces). Pero ¿qué rayos hacer cuando te dan información que no tenías intenciones de adquirir?, más enigmático todavía: ¿qué hacer con esa info?... Bueno esas son preguntas que me hice y estoy buscándoles respuesta. Si alguno de ustedes tiene las mismas preguntas y está encaminado en cuanto a las respuestas, que no dude en tirarme el dato, ¿eh?.
De todas maneras creo que las respuestas dependen del contexto. Pero mi contexto no es tema de blog. Así que hasta acá llegó mi amor y el texto.
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The truth in front of your eyes
lunes, marzo 23, 2009
martes, marzo 03, 2009
(Situación) I
En algún rincón de su alma supo que no había más nada, excepto desesperación.
Sentía su sangre golpetear furiosamente las paredes de sus vasos, como si un vendaval hubierase desatado dentro de su cuerpo.
La angustia la invadía centímetro a centímetro, de repente, un sentimiento sombrío y profundo de tristeza la derrumbó hacia el vacío.
Y cayó...
Rodó hasta yacer inmóvil, atónita, casi desalmada...
Sus vidriosos ojos miraban hacia la nada.
Y allí exhaló...
Fue un grito mudo en el medio de la tormenta de su alma.
Y quedó vacía.
Y no quedó más nada.
Y la lluvia cayó empapándola.
Y nadie la vió...
Porque todos pasaban apurados, como si no existiera... pero allí estaba.
La lluvia ya no la mojaba, pero seguía contínua e incesante...
Alguien por fin la vió...
La resguardó un momento, en el que cruzaron miradas, un gesto amable y una sonrisa él le entregó, más luego regalándole su paraguas él la dejó.
Entonces ella se reincorporó de un salto... miró hacia todos lados, pero lo perdió.
La multitud lo camufló al instante...
Ella recordará por siempre la compasión contenida en la expresión de alguien que, por un instante, la cuidó.
Y con la sonrisa rota cruzará el parque en busca de la tranquilidad.
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Sentía su sangre golpetear furiosamente las paredes de sus vasos, como si un vendaval hubierase desatado dentro de su cuerpo.
La angustia la invadía centímetro a centímetro, de repente, un sentimiento sombrío y profundo de tristeza la derrumbó hacia el vacío.
Y cayó...
Rodó hasta yacer inmóvil, atónita, casi desalmada...
Sus vidriosos ojos miraban hacia la nada.
Y allí exhaló...
Fue un grito mudo en el medio de la tormenta de su alma.
Y quedó vacía.
Y no quedó más nada.
Y la lluvia cayó empapándola.
Y nadie la vió...
Porque todos pasaban apurados, como si no existiera... pero allí estaba.
La lluvia ya no la mojaba, pero seguía contínua e incesante...
Alguien por fin la vió...
La resguardó un momento, en el que cruzaron miradas, un gesto amable y una sonrisa él le entregó, más luego regalándole su paraguas él la dejó.
Entonces ella se reincorporó de un salto... miró hacia todos lados, pero lo perdió.
La multitud lo camufló al instante...
Ella recordará por siempre la compasión contenida en la expresión de alguien que, por un instante, la cuidó.
Y con la sonrisa rota cruzará el parque en busca de la tranquilidad.
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Etiquetas:
[Historias] De mi cabeza al monitor.
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