Capítulo VI
Melancolías
Entra al vagón con libros, bolsa y mochila.
Se sienta en un asiento de tres, y posa sus pies sobre el costado del asiento solitario. Se relaja y mira por la ventanilla pasar las estaciones...
De vez en cuando está seria... y al rato sonríe cómplice de sus memorias...
De repente llega a una estación y observa un banquillo... volviéndose su sonrisa un dejo de tristeza.
Una lágrima aventurera recorre su mejilla en fracciones de segundo mientras mira atónita hacia aquél banco que le recuerda a alguien en un momento que pasó.
Y en ese momento la puerta se abre y ella voltea por reflejo, sus ojos vidriosos se abren al asombro, y sus mejillas se enrojecen...
Era él... que al verla corre a sentarse a su lado, pero no se anima a hablarle.
Entonces ella voltea hacia la ventana nuevamente, secando sus ojos, y apretando el puño con fuerza, como si fuera la palanca para no largarse a llorar.
El ve su puño y le toma la mano rompiendo en silencioso llanto.
Allí es cuando sus miradas se encuentran nuevamente pero esta vez con ternura, ella seca sus lágrimas con una lenta caricia, mientras él la abraza.
Una sabia mujer sentada espectadora del dulce cuadro comenta en voz alta:
"Realmente hay más de una forma de pedir perdón sin palabras".
The truth in front of your eyes
lunes, noviembre 06, 2006
Historias de vagón* (VI)
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